jueves, 3 de abril de 2008

AL COMPÁS DE "ON THE WATERFRONT"

Hay ciudades construidas entre el azul cobalto
y un magma de solitarias intenciones,
edificaciones donde la memoria se torna o moldea
al deseo más secreto y al anhelo carmesí abierto
a puertas misteriosas, en pos de una ilusión.
Hay lugares donde campan los faunos entretenidos en tabernáculos
donde las lunas aúllan, los lobos alumbran a las cariátides de turno
que, abiertas de piernas y muy quietas, se divierten a la manera del otro.
Desde la ventana observo
--de entre la neblina y un río de hierro,
otrora goteo de claraboyas impacientes-
a los impostores de la vida fácil,
los oigo danzar en la Casa de los Vetti
recién bañados en leche novísima,
anunciadora de prolegómenos mágicos por incautos.
Por un momento quisiera en aras de ansia y sexo
viajar hasta allí y empaparme de los flujos de los maestros y los peces.
Por un momento quisiera en aras de amor sempiterno,
rancio y antiguo como los cuentos de Barbies,
embriagarme del olor a semen que atraviesa céfiros y arrasa mi casa
dejando rastros, ausencias de deseo inacabado.

El silencio de una rosa terrible.

En el vacío de esta noche señalada,

agradezco la virtud de los juncos salvajes.
y señalo con el índice, las islas a las que no debemos volver.





1 comentario:

Mar Sánchez Jorge dijo...

Cada día que pasa más profundo y desgarrador Labelia. Como dijo Toltoi: "La desdicha,es,literalmente hablando, mucho más fotogénica que la felicidad"