viernes, 28 de noviembre de 2008

LOS CRIMENES DE LA CALLE DEL SILENCIO.





"Disuelto en la niebla, ausencia...
Allá, allá lejos:
Donde habite el olvido."
Luis Cernuda.
Ahora lo entiendo,
y no lo entiendo a la vez.
Paradojas.
Los crímenes de la calle del silencio.
En las asépticas documentaciones,
de muertes anunciadas,
aparecen cadáveres anónimos,
seres que volaron, escaparon de su dolor,
sin señalar la causalidad de la pérdida.
¿Hubo pérdida?
Se dejaron llevar por la vorágine pasional,
de un río lleno de aristas y rodamientos.
Los entiendo conformados ante la duda,
la negación y la existencia arrastrada.
Los entiendo en las largas noches,
en las que se espera un milagro que no llega.
Mala resulta la idea de abandonarse al abandono,
que te lleva en volandas rompiendo caminos.
Nadie dice, todos callan.
No habrá forense que rubrique la muerte abandonada,
que sufrió de ausencia y murió de olvido.
Repiquen las campanas anunciadoras,
en olor a multitudes enceradas,
plañideras de horas convenidas en busca de
huecos,
lloronas merodeadoras de dudosa ética
vaginal.
Y aún así,
recrimino a los muertos su propia muerte…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No entiendo como no estás donde tienes que estar.Bueno,si lo entiendo.Esto es una maravilla,condensada,precisay como conozco,se que mezclas suicidas,ysobretodomemoria.Siempre memoria,tu no sabes lo que es el olvido,y no lo aprendas,no cambies,cambialo que te dañe,pero no ese trallazo que son tus letras.T´estimo.Ja tens el titol pefecte per una narració.Fes.I dona besadas.

la princesa inca dijo...

Nadie dice, todos callan.
No habrá forense que rubrique la muerte abandonada,
que sufrió de ausencia y murió de olvido.
Repiquen las campanas anunciadoras,
en olor a multitudes enceradas,
plañideras de horas convenidas en busca de
huecos,
lloronas merodeadoras de dudosa ética
vaginal.
Y aún así,
recrimino a los muertos su propia muerte


ME ENCANTAN TUS PALABRAS
BESOS