miércoles, 22 de abril de 2009

Sant Jordi, el libro, la rosa y la edad de la inocencia.





"...recorda sempre això, Sepharad.
Fes que siguin segurs els ponts del diàleg
i mira de comprendre i estimar
les raons i les parles diverses dels teus fills.
Que la pluja caigui a poc a poc en els sembrats
i l'aire passi com una estesa mà
suau i molt benigna damunt els amples camps."

Salvador Espriu.

"...recuerda siempre esto, Sepharad.
Haz que sean seguros los puentes del diálogo
e intenta comprender y amar
las razones y las diversas hablas de tus hijos.
Que la lluvia caiga poco a poco en los sembrados
y el aire pase como una mano tendida
suave y muy benigna sobre los anchos campos."
Traducción: José Agustín Goytisolo

“Tal vez la infancia sea más larga que la vida” una de las maravillosas frases que nos regala la flamante poseedora de la Cruz de Sant Jordi. La autora de Paraíso Deshabitado, su obra más autobiográfica, confesaba hoy, la fascinación por este premio; cuentos y leyendas se sumergen por las sinuosas líneas de un mundo mágico, comprensible tan solo para los adúlteros, si, si, adúlteros y no adultos. En esta fiesta hermosa --discúlpenme, tal vez la que más-- me congratula que se premie en Catalunya, a una escritora catalana más que excelente que escribe en castellano sin problema alguno y que según las declaraciones de hoy en Tv3, jamás firmó el manifiesto de marras, luego incluyeron su nombre impunemente. Marsé con el Cervantes y Margarit con el Nacional, hablan por si solos de que aquí la anomalía es fructífera. Barcelona, con sus grandezas y sus miserias, a la luz de su monumentalidad o sus orines, es fundamentalmente multiculturalidad y mar. Decía, Matute, “No te fíes de un hombre que no tenga imaginación, ni de un hombre que no quiera beber” Y por ende, añadiría, no te fíes de los que no regalan libros o rosas, ni de los que no tengan alma de mareante pues no conoceran ciudad. Lean, cubran las impolutas páginas de notas, lágrimas o poluciones y no se olviden de la rosa, ella rompe cualquier silencio.

5 comentarios:

Calle San Juan de Dios Nº8 dijo...

Una pequeña parte de mi calle se crío regalando libros y rosas el dia de san jordi.
Esas ferias de libros. Esa madre que recibia y te agradecía la rosa que llevaba su nombre hasta que llegó otra dueña de los pétalos rojos.
Aunque en el fondo la madre nunca dejó de recibir una flor, todos los años.
Me traen gratos recuerdos infantiles tu actualización. Recuerdos de la Verneda Barcelonesa y las ramblas repletas de flores.
Un saludo

BUENAS NOTICIAS dijo...

Querida Labelia, paso a verte para agradecerte la visita y dejarte, yo también, una rosa en tu casa. Me ha encantado el verso de Espriu. Muchas gracias por compartirlo.
Un abrazo fuerte,
Elena

La paciente nº 24 dijo...

Vale, vale, cervezas entonces, para mí una clara bien fresquita que hace día de terraza. Claro, te regalo una manzana, la morderé primero, ya sabes; por si está envenenada.

Gracias por la rosa –yo te regalo otra- y feliz día.

Anónimo dijo...

¡Gracias por el detalle, paisana! Espero que a esta hora estés rodeada de rosas y libros (regalados, se entiende. Que no hace tarde de estudiar ni leer nada.) Pero sin rinitis, ni estornudos alérgicos.

Hala, ¡venga, cervezas! Ya os vale. Ya podías tomarlas de verdad... Si fueran reales, con todas las que lleváis menuda cogorza habríais pillado... ¡Que aproveche!

¡Me piro!

Felipe dijo...

Por que siga esta maravillosa tradición multicultural de Barcelona para el resto de los ciudadanos de España