viernes, 3 de octubre de 2008

TRES VECES CIEN.








"La lengua de las mariposas" José Luis Cuerda-1999


"Y con sueño de nuevo se volvió lentamente
adonde nadie sabe de nadie.
Adonde acaba el mundo. "
Luis Cernuda


Me resbalan por entre los dientes la saliva fugaz
que ungió mi boca por un instante.
¡Olvido pequeño y silencio!
La utopía quedó lacerada por un vacío.
la respuesta de los mensajes subliminales
abiertos como heridas en la distancia.

Niegas tres veces cien en un lustro
-un lustro ilustrado en ilustres ojos iletrados en síes leales

como una flor de lis con fondo azul-
donde las pétreas filias y fobias se jactan de comer caninos,
cuando es sabido que perro no come carne de perro, ni con pan.

Está canido, el canino triste,
nacido bajo los auspicios helíacos de Sirio,
orto de todos mis agostos.

No me equivoqué.
El que ama apuesta por las salpicaduras en las pestañas.

No me equivoqué.
El que ama apuesta por las quimeras sostenidas en do.

Acaso los dioses reciban flores
cuando cumplan la tarea de imponerte medalla de latón , corazón de Oz,
que camina como un muerto.
Valientes son los que cabalgan solos
hacedores de finales dignos de Peckinpah.

Me llevé la gloria y eso que no sabía nadar.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre te he dicho que tienes un algo desgarrador que no deja indiferente.Lenguaje excelso y final potente.Es diferente.Pasaré más y continua.Idea,escribe sobre la depresión y la literatura,recomienda algo y escribe,escribe,escribe.
Muacs,p´alante guapísima,tres veces trescientas(nada pero guarda la ropa)

LABELIA dijo...

Pues va a ser que nadar y guardar la ropa lo dejo para los mediocres y los banqueros de corazón.No se me da demasiado bien, soy partidaria de mojarse, jajaja. Sabes que me gusta lo que haces y como lo haces. En lo de desgarrador, puede que tengas razón, suena duro pero muy eficaz sacar fuera demonios a pastar así no se enquistan y evitan algo tan mezquino como el rencor ¡Sera por eso que los enfados se me pasan con la misma velocidad que me sobrevienen! Nada es lo que parece, en realidad somos corderillas, son las mosquitas-o mosquitos-jajaja muertos los que dan miedo, el tipo d gente de los que se suele comentar "No lo parecía..." y es que ser y parecer son cosas distintas.
Gracias, pasaré por tu idem y prometo algo sobre el tema que me dices, muy tabú--todavía--mucho tocho---todavía--eso si,lo haré sin parafernalias, jajaja, las justitas.
Besos salá.

Anónimo dijo...

He de reconocer que eres buena pero con mala leche y eso lo he dicho muchas veces,nogusta.Si quires hacer,habla de las mismas tonterias que hablan las mujeres y no rte empeñes en cosas que no van a comprender.Alguien que aprecia el fondo de la antiprincesa en el filo de la navaja.

LABELIA dijo...

Jajaja, Alvarito, de mala leche nada de nada, eso lo dejo para los catetos y los mesetarios, Padezco de mala follá eso si--docta en ello--para entenderla o se es de Graná o se tiene un pelin de entendimiento mezclado con sarcasmo y aderezado con gotitas de ironía.
Por cierto, capto la ironía tuya respecto a lo de "escribe como las mujeres" jajaja, va a ser que el día y me veas poner semejantes artificios kicht, ese día estaré "pá allá" de verdad.
Te regalo un ejemplito de "mala follá" que con la que está cayendo--crisis, más crisis, el barco se hunde-está gracioso, mismamente podría estar rubricado por mi yayo paterno, excelso filosofo:

"Un Sevillano llega al Centro de Granada y se sienta en un bar. Llama al camarero y le dice: “Mi arma, ven pacá”

El camarero llega y le dice:

- “Aquí en Granada no se dice mi arma, así que no me vuelvas a llamar así. Puedes llamarme Jefe, Camarero, Tío, pero mi arma…
no lo vuelvas a hacer”
El sevillano se empieza a cabrear y le dice:

- “Vale, TIO, no pasa ná. Porme una servesita, A lo que el camarero le contesta:
- “Aquí en Graná no tenemos servesitas, te puedo poner una cerveza, una caña, un tanque, un tubo, una milnovecien, pero una servessita…no”
El sevillano ya con un rebote de c… le dice:

-Joé, po porme una caña, TIO. Y de camino traemé unas olivitas”
El camarero mira al “morsillón” con desprecio y moviendo la cabeza hacia los lados le dice:

-”Aquí en Graná no tenemos olivitas, te puedo poner unas aceitunas si quieres…”
El sevillano ya aguantandose pa no lanzarse a por el camarero le dice:

-”Manda c***nes el TIO, pos porme unas aseitunas”
El camarero se va y le trae lo que le han pedido.
A la hora de pagar el sevillano paga al camarero y cuando le devuelve el cambio le dice:

- “Un segundo, que tengo curiosidad, aqui en Granada ¿cómo se le llaman a los Gilipollas?”
Y le contesta el camarero:

- “Aquí no los llamamos, vienen ellos solitos por la A-92″.

Con todo el cariño para los sevillanos, eh, al fin y al cabo, una es andulana y me jacto de ello.
Petonets i gracies per aturar-te.